viernes, 5 de julio de 2019

Estás despierto cuando iluminas tu vida, al mundo y a cada ser que se cruza en tu camino... Tarsila Murguía


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¿Por la mañana, y antes de siquiera abrir tus ojos ya sientes una sonrisa de gratitud en tu corazón por este nuevo día, por el simple hecho de estar vivo, independientemente de tus circunstancias, y te sientes dispuesto a escribir una nueva historia, ¡nueva de verdad!?

Si vives con algún ser querido (animal o persona) ¿le dedicas una atenta mirada, una caricia, un saludo, y sin necesariamente recurrir a las palabras le das las gracias por simplemente existir, por estar aún a tu lado?

¿Cuál es el grado de consciencia con el que preparas tu ducha, tu café o té y tu salida a tiempo de casa valorando que nada te hace falta y que por el contrario, te dispones a salir para dar a manos llenas todo lo que el mundo pudiera requerir de ti?

Cuando sales, ¿miras a la gente a los ojos y saludas, sonríes y tu corazón se expande al darte cuenta que eres Visto y que Ves, y que tienes el privilegio de estar vivo en este loco, pero interesante mundo?

Cuando estás con los demás, ¿en qué grado eres capaz de recordar que todos sentimos los mismos dolores, los mismos temores, los mismos anhelos, aunque nos expresemos en formas muy diferentes y además celebras y honras esas diferencias?

¿Cuántas veces al día te dejas caer muerto de risa (aunque sea a escondidas) al darte cuenta de lo fácil que es tomarse la vida en serio - tu trabajo, tu espiritualidad, tu deseo de controlarlo todo?

¿Con qué frecuencia piensas, ¡perdón!, SIENTES tu creatividad y lo que más te apasiona para darlo a los demás, para motivarlos, para compartir tus dones - por muy sencillos que te parezcan - y multiplicar esa resonancia que sólo el corazón conoce; o qué tan a menudo te levantas a media noche con una idea extraordinaria, maravillosa que ya no te deja dormir y no queda otro remedio que escribirla, detallarla, o darle vida en ese justo e 'inoportuno' momento para que salga volando y alcance a tocar al mundo?

¿En qué grado te embelesas cuando alguien se dirige a ti, te habla, te mira, te explica algo -sin importar el tema, ni el tono, ni la intención- y valoras lo fenomenal que es sólo escuchar y conectarte tan fácilmente con alguien?

¿Cuántas veces al día recuerdas que eres indispensable para este mundo, para esta humanidad y que tu aportación es única, sagrada y que trasciende el tiempo y el espacio. Que nadie más puede hacer las cosas exactamente como sólo tú las sabes hacer?

¿Con qué alegría celebras y saboreas la vida, tu comida, tu descanso, tu estudio, tu trabajo, tu diversión, tu singularidad, tus habilidades, tus torpezas, tus tropiezos, tus imprudencias... y por supuesto, las de los demás?

¿Qué tan a menudo te sientes dispuesto a dejar lo que estás haciendo y convertirte en sólo E S P A C I O para alguien que te llama, te busca y además sientes gratitud por el hecho de que te haya elegido a ti para decorar y darle vida a ese espacio 'vacío'?

¿Cada cuánto recuerdas que vivir no es algo que se pueda aprender en un libro, que para vivir tienes que salir, tocar el suelo (si es descalzo mejor), dejar que te toque el sol, la lluvia, rasparte las rodillas como cuando tenías 5, tomar un helado, soñar, exponerte, arriesgarte, atreverte, convivir, ilusionarte, desilusionarte, reír, llorar, experimentar, ser curioso, preguntar, ser curioso otra vez?

¿Cuál es tu grado de bondad hacia ti mismo cuando te equivocas, cuando pierdes los estribos, cuando te enojas o desesperas... y tu grado de bondad hacia los demás cuando ellos lo hacen; eres incluso capaz de agradecer todo eso porque te permite recordar lo que es ser humano y a la vez recordar que eres divino, el mismísimo contenedor de todo eso, inafectado, siempre?

¿Qué tan a menudo piensas que el verdadero milagro sea quizás este mundo tan físico y tan material. Y que la Vida, siendo puro espíritu, en toda su creatividad decide por un instante convertirse en un cuerpo capaz de sentir lo indecible, o en un mundo, capaz de mostrarte de frente y sin ningún reparo, todo lo que eres capaz de crear, o en un beso... ¡Un simple beso!!!! ¡Qué cosa más loca.... un beso! Que si lo reflexionamos un poco, un beso es algo tan, pero tan raro, tan extraño, que todavía, encima de todo, es capaz de derretir un corazón... ¡Quizás deberíamos besar más, mucho más!

¿Qué sentido tendría querer estar 'despierto' para sólo apartarnos de los demás, del mundo, e irónicamente dormirnos en un castillo de papel?

!Estás despierto cuando iluminas tu vida, al mundo y a cada ser que se cruza en tu camino...! ¿O no?

- Tarsila Murguía -

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