jueves, 4 de julio de 2024

EL MENSAJE DE LA ETERNIDAD... por MARLO MORGAN, la autora de "Las voces del desierto", EN SU LIBRO "MENSAJE DESDE LA ETERNIDAD"

 


Transcrito por Bee Lake.

Este mensaje va dirigido a todas las almas, estén donde estén, y su contenido es válido para todas ellas. Lo ha sido siempre, desde los albores de la humanidad, en los tiempos de las cavernas, hasta el día de hoy. No existe diferencia alguna entre lo femenino y lo masculino. Nuestra misión no consiste en el éxito material y mundano, sino que tiene una dimensión espiritual.Estos principios han sido seguidos por mi pueblo en la nación del Outback desde el principio de la historia. Nunca hemos sido labradores, mercaderes o pastores, sino cosechadores, músicos, artistas y poetas. Vivimos en comunión con la tierra, con todas sus criaturas y con cada uno de nuestros congéneres.

Éste es uno de nuestros cánticos rituales:

"Sagrada Unidad de lo Eterno,

tú que nos cantas en silencio,

tú que nos enseñas a través de nuestros semejantes,

guía mis pasos con firmeza y sabiduría.

Que pueda ver las lecciones en mi camino,

que sepa honrar el propósito de todas las cosas.

Ayúdame a tocar con respeto,

háblame siempre desde la parte recóndita de mis ojos.

Ayúdame a observar, no a juzgar.

Que no cause daño alguno,

y pueda dejar tras mi visita

un legado de música y belleza.

Cuando regrese a la Eternidad,

que el círculo pueda cerrarse

y que se abra la espiral."

Tú eres un ser espiritual que ha venido a la tierra para vivir una experiencia humana. Así lo elegiste. Naciste de la unión entre las dos personas que son tus padres biológicos, y eso no es fruto de la casualidad ni del azar: sabías quiénes eran, conocías las circunstancias en las que fuiste concebido y el patrón genético de cada uno de tus progenitores, y dijiste «¡Sí!». Eres un ser espiritual que evoluciona hacia la luz. La tierra es un aula donde las lecciones y las demostraciones prácticas se hallan a tu disposición. Es un planeta único habitado por formas de vida únicas. No existe en el universo otro lugar en el que seis sentidos —vista, oído, paladar, tacto, olfato e intuición— se activen en contacto con la energía y se identifiquen como emociones para conectar el cuerpo visible con el espíritu invisible.Todos los entes físicos del planeta nacen de la misma Divina Fuente Única y están hechos de idénticos fragmentos de energía. Formamos una unidad indisoluble con toda la creación. Seguramente estás familiarizado con los diez mandamientos, o las leyes de «No harás esto ni lo otro». Han estado al alcance de la humanidad desde hace miles de años. Existen también otras leyes cuyo origen se remonta a un pasado más remoto todavía. Si estas leyes se hubieran cumplido desde el principio, las otras nunca habrían tenido razón de ser.Tu ser es fruto de una elección personal y un anhelo. Tu evolución eterna reflejará este viaje humano.

Lo que sigue es un decálogo en el que se recoge todo lo que sí debe hacer cualquier persona a lo largo de su vida:

1. Expresa tu creatividad individual

Cada persona contempla el mundo a través de su propio conjunto de experiencias, y por eso ofrece una percepción única del mismo. La creatividad incluye el arte, pero no se limita a él. Pintar, componer y escribir no son en absoluto formas de creatividad superiores a las que ponemos en práctica para consolar a alguien que sufre, poner orden en el conflicto y el caos, o incluso para contarle un cuento a un niño.Las personas pasan de largo ante la posibilidad de enriquecer su alma cuando creen no poseer ningún talento creativo o no poder expresarlo debido a alguna circunstancia de la vida. Lo que ocurre, de hecho, es justo lo contrario. Cuando nos crecemos ante la adversidad, cuando luchamos por liberar nuestra conciencia creativa, el resultado tiene un gran mérito y un gran valor.La sociedad funciona de tal modo que no todos los que la componen tienen ocasión de llegar a ser líderes. Puesto que existen muchos más seguidores que seguidos, la expresión de las aptitudes creativas individuales se convierte en algo todavía más significativo. La creatividad debería ser una fuerza positiva y como tal ha sido creada, pero cada uno de nosotros posee el don del libre albedrío y, por tanto, puede utilizarla de tal forma que resulte negativa para uno mismo y para el mundo. Podemos expresar creatividad a través de algo tan sencillo como el peinado y los atuendos que elegimos, la manera en que decoramos nuestra casa, plantamos un jardín, fabricamos un objeto de artesanía o incluso reparamos algo. La clave está en dejar que nuestras acciones reflejen quiénes somos, y en buscar motivos para sentirnos orgullosos de cuanto expresamos.

2. Sé consciente de tu responsabilidad

Eres un invitado en este planeta y, como tal, se espera de ti que lo dejes como lo encontraste o, en todo caso, en mejores condiciones. Eres responsable de cuidar a todas las demás formas de vida que no pueden hablar ni valerse por sí mismas. Eres responsable de las promesas que haces, los acuerdos que aceptas y los resultados de tus acciones, y deberás asumir las consecuencias de todo ello en tu evolución eterna.Es muy importante destacar que la evolución espiritual no empieza ni termina. No es como un grifo que se abre y se cierra. Cuando una persona muere, sólo se produce una interrupción de las actividades importantes mientras el alma abandona su efímero recipiente. De hecho, es imposible matar a alguien. El hombre es un ser eterno, aunque la muerte paralice toda forma de manifestación física. Deberás asumir las consecuencias de tu falta de consideración, así como de todo el dolor y el sufrimiento que puedas haber infligido a otros, y la influencia negativa que, indirectamente, ejerces sobre las terceras personas que rodean a las víctimas de tus agresiones. La persona que muere no guarda rencor ni sentimientos negativos. Es la sociedad la que lo hace. Para poder contribuir a equilibrar la balanza, debes hacerte responsable de cuanto dices y haces. Debes aprender a honrar y atesorar la vida, amén de ayudar a conservarla.Eres responsable de tu cuerpo. Se trata de un regalo que has tomado prestado a los elementos; con tu conciencia, has ayudado a darle forma y le has imbuido vida. Descuidarlo o abusar de él revela una actitud irresponsable.Cada persona asume la responsabilidad de sus actos sexuales. Deberás rendir cuentas por la forma en que has guiado el alma de un niño tras haberlo concebido, por cómo has protegido su cuerpo, por haberle dado o no un modelo emocional positivo.Este principio es inseparable del de la creatividad. Eres responsable, en fin, de lo que crees y compartes con el resto del mundo, de salvaguardar el bienestar de otros y de perjudicar la vida.

3. Antes de nacer, te comprometiste a ayudar a los demás

La experiencia humana no debe ser un viaje en solitario. Se espera de nosotros que nos apoyemos y cuidemos mutuamente. Todo lo que hacemos debe ir precedido de un mismo pensamiento: «¿Qué es lo mejor para todas las formas de vida en todas partes?»Servir a los demás significa ayudar, compartir conocimientos y aportar energía positiva a la vida de otra persona. Todas las personas tienen derecho a ser tratadas con dignidad y respeto desde que nacen. Ayudar significa extender la mano a los ancianos, a los niños, a los enfermos, a los moribundos. Servir a los demás es lo opuesto a hacer cosas por uno mismo, ya sea para alcanzar la gloria o en aras del beneficio económico. Significa ser consciente de que formamos parte de un equipo, el equipo de la conciencia humana, y que el destino del planeta depende directamente de las acciones que emprende dicho equipo.

4. Persigue la madurez emocional

Cada uno de nosotros es capaz de expresar un amplio abanico de emociones, que van desde la ira, la frustración, la depresión, la desesperación, la culpa, la codicia, la tristeza o la preocupación a otras como la alegría, la felicidad, la esperanza, la paz, el amor y un largo etcétera. A medida que maduramos y avanzamos en el entendimiento de lo que significa ser humano, nuestra meta es crecer, aprender a disciplinar y seleccionar las emociones. Como dijo alguien, «Sólo somos felices en la medida en que nos permitimos serlo».Las relaciones y las vicisitudes que tienen lugar a lo largo de una vida son círculos. Empiezan, siguen su curso y, llegadas a un punto, se detienen. Si maduramos emocionalmente, no tendremos ninguna dificultad en cerrar cada círculo sin dejar puntas deshilachadas, es decir, sin sentimientos negativos.Es bueno y deseable experimentar emociones como la ira en la primera etapa de la vida, la infancia. Sólo así podemos comprender y comparar lo que se siente al tener el cuerpo minado de sentimientos negativos con lo que se experimenta al alcanzar la paz interior, algo que sólo se consigue poniendo en práctica la capacidad de comprensión y la flexibilidad. Sólo a través de las emociones físicas puede el alma establecer contacto con la conciencia cerebral. Si, por ejemplo, nos duele la espalda, deberíamos preguntarnos a qué se debe ese dolor. ¿Qué representa? ¿Qué podemos hacer para cambiar la situación? ¿Qué podemos aprender de ella? Debemos adoptar los medios físicos necesarios para corregir las deficiencias de nuestro cuerpo, pero sin descuidar el proceso mental que las acompaña y las lecciones espirituales que encierran.También debemos aprender a honrar nuestras emociones, en especial la alegría y la pena. Si ignoramos cualquiera de ambas, pueden convertirse en el origen de trastornos físicos.Una de las emociones más importantes para la salud de cualquier individuo y la de todo el planeta en general es la risa. Como seres humanos que somos, nacemos con el singular don del sentido del humor y la capacidad de expresarlo. Gracias a la risa y la alegría, el cuerpo puede permanecer sano y contrarrestar los desafíos al bienestar. El humor es un mecanismo supresor de problemas; aporta solidez a las relaciones y transmite alegría a quienes nos rodean. No obstante, las cosas que consideramos graciosas y celebramos con la risa deben ser objeto de un cuidadoso análisis. El desafío consiste en evitar ser destructivos en cualquier sentido. El humor es algo fundamental para tu bienestar, así que no cierres los ojos para descansar por la noche sin haber experimentado la risa o la alegría en algún momento del día que concluye. Si no lo has hecho, sal de la cama y encuentra un motivo para sentirte feliz.Los payasos son personas muy especiales que están presentes en todas las culturas. Cada uno de nosotros lleva un payaso dentro, y en algunos momentos de la vida debemos dejar que aflore libremente. Nunca somos demasiado viejos para disfrutar de nuestra faceta de bufones.Sin embargo, la clave está en la sinceridad. No pode­mos aspirar a descubrir quiénes somos, por qué estamos aquí o aprender a valorar nuestra trayectoria a menos que digamos la verdad en todo momento.

5. Debes entretener

Así es: una parte de nuestra misión terrenal consiste en distraer y canalizar nuestra atención y la de aquellos que nos rodean. El acto de entretener responde a un impulso voluntario y debe tener por objetivo alegrar al triste, consolar al abatido, confortar al difunto y dar salida a nuestra creatividad. Entretenerse a uno mismo puede ayudarnos a alcanzar la autodisciplina y a madurar desde el punto de vista emocional.El desafío en este caso consiste, por un lado, en entretener sólo de forma positiva y, por el otro, en no quedarse anclado en el papel de espectador. El entretenimiento puede ejercer una influencia muy fuerte en nosotros mismos y en los demás, pero no debemos separarlo jamás de la noción de responsabilidad.

6. Aprende a administrar tu energía

El hombre no puede crear ni destruir energía, sino tan sólo usarla, moldearla y redistribuirla. Toda la energía que existe ha sido creada en un mismo y preciso instante.Cada palabra, acción y pensamiento en el que nos concentramos contiene energía. Todo lo que conforma nuestro mundo, tanto en su dimensión material como en la que resulta invisible e impalpable, es un fragmento de eso que llamamos energía. Nuestro mundo no está hecho de otra cosa.¿Por qué resulta tan importante en este momento de la historia recordar a todos los seres humanos que su misión consiste en administrar correctamente su caudal de energía? Porque es la energía colectiva lo que da forma a todo lo que vemos y a los invisibles niveles de conciencia que rodean a las personas y a los lugares. Todo lo que existe en nuestro mundo está en continuo proceso de crecimiento o de erosión, según su nivel de energía. Cada palabra que pronunciamos se libera en forma de vaho y se funde con la atmósfera. Nunca podemos recuperar, corregir ni retirar lo dicho. Una vez pronunciadas, las palabras pasan a formar parte del halo que envuelve el planeta. A lo largo del tiempo, se han ido condensando en este halo los gritos de las víctimas, las acciones violentas y los pensamientos egoístas y limitados, hasta tal punto que se ha convertido en una aureola de conciencia victimista. Hoy en día, las personas encuentran más fácil acomodarse a lo negativo que combatirlo y superarlo. Más de la mitad de las almas que hoy visitan la Tierra se encuentran en un estado de conciencia victimista. Nosotros lo hemos creado, y nosotros debemos erradicarlo. Este objetivo es alcanzable si cada uno de nosotros adquiere conciencia de su responsabilidad como administrador de la propia energía y predica con el ejemplo. Aquello en lo que centramos nuestras energías, crecerá. Sintiéndonos víctimas, culpabilizando a los demás y regodeándonos en la autocompasión sólo lograremos aumentar las vibraciones negativas que envuelven el planeta. Debemos cambiar de actitud, perdonar y olvidar, ser más optimistas, buscar el lado positivo de las cosas. Invierte tus esfuerzos en el cumplimiento de las demás leyes y deja que se rompan todas las ataduras que te mantienen ligado al sentimiento de victimismo.

7. Recréate en la música

Uno de los mayores dones concedidos a la raza humana es la capacidad de vocalizar en una escala de tonos más amplia que la de cualquier otra forma de vida, así como la habilidad para construir instrumentos que también producen sonoridades únicas. La expresión creativa y el entretenimiento pueden incluir la música, pero es tan importante que constituye por sí misma una asignación independiente de las demás. La música influye en la humanidad y, de hecho, la energía que libera puede servir para sanar el cuerpo y el planeta. El hecho de escuchar una melodía apacible, acompasada con la pulsación humana, puede ejercer un influjo profundamente positivo en el sistema nervioso y el estado mental del individuo. Todos llevamos la música dentro y percibimos su influencia. La música es el lenguaje del alma, es la voz de nuestro planeta en diálogo con el universo.

8. Lucha por alcanzar la sabiduría

La sabiduría es algo muy distinto del conocimiento. El conocimiento es una forma de saber que se puede extraer de muchas fuentes: libros, escuelas, medios de comunicación, experiencia directa; es aquello en lo que se basa el coeficiente intelectual. Sin embargo, una persona puede tener una inteligencia excepcionalmente brillante y no poseer un ápice de sabiduría. Ésta consiste en la forma de utilizar los conocimientos. Se basa en una decisión voluntaria y selectiva de actuar de cierta manera o de no emprender acción alguna, tomando en consideración el bienestar de todas las partes implicadas.Acudir a la escuela u obtener un título no forma parte de los requisitos de nuestra misión terrenal. No hay duda de que resulta muy útil saber leer y escribir, pero estos conocimientos no constituyen una condición indispensable para alcanzar el éxito en nuestro viaje espiritual como seres humanos.Debes tratar de actuar con sabiduría, sin olvidar en ningún momento que todas las almas están viviendo la misma experiencia humana, que todos somos visitantes y huéspedes de la Madre Tierra. Formamos una unidad indisoluble con el Creador. Toda la creación nació de una misma Fuente Única. Saber honrar el propósito de todas las cosas y actuar en aras del bien supremo de la vida en todas partes es una prueba de sabiduría.

9. Aprende a autodisciplinarte

Nadie más que nosotros, cada uno de nosotros, tiene la obligación de procurar que sus acciones sean compatibles con la vida pacífica, productiva y feliz del planeta. Por desgracia, ha sido necesario imponer leyes porque las personas no respetaban esta parte de su misión.Puede ocurrir que caigamos en un exceso de indulgencia. Podemos volvernos adictos a una sustancia, negligentes, avariciosos. Podemos llegar a ser crueles y destructivos. La autodisciplina es lo que nos permite mantener a raya estas emociones y nos ayuda en la tarea de alcanzar la sabiduría.La autodisciplina puede contribuir a conservar el cuerpo sano. El estado de salud del ser humano es una especie de barómetro que refleja el estado de salud de la Tierra. Es necesario aprender a controlar las propias emociones para poder percibir la comunicación interna entre el cuerpo y el alma. Sabrás cuándo detenerte si escuchas la voz de tu corazón. Aprende a distinguir entre lo que dice tu mente y lo que dice tu corazón. La voz del cerebro es un producto de la sociedad, mientras que la voz del corazón es un mensaje de la Eternidad.

10. Observa sin juzgar

Observar sin tratar de establecer juicios es lo que algunos llaman «amor incondicional». Todos los seres humanos poseen un alma, son seres espirituales. Todos hemos sido creados en el mismo instante. Nadie es más viejo, inteligente o privilegiado que otra persona. Cada uno de nosotros ha sido agraciado con el mismo don, el don del libre albedrío o libertad de elección. La Fuente es perfecta, y todo lo que crea es igualmente perfecto. Nosotros hemos sido creados espiritualmente perfectos, y seguimos siéndolo, pero el don del libre albedrío nos permite creer lo contrario y actuar en consecuencia. Nos permitimos a nosotros mismos vernos y ver a los demás como seres menos que perfectos y nos lanzamos a la dudosa aventura de vivir por debajo de nuestra capacidad potencial.En la Eternidad y en todo lo que emana de ella no existen los errores. No puedes equivocarte porque, en definitiva, eres libre de explorar tu propio don en la dirección que consideres más adecuada en cada momento. Pero sí puede ocurrir que, al observar algo que ocurre a tu alrededor, llegues a intuir, sin juzgarlo como acertado o erróneo, que su olor, sabor o tacto no son compatibles con el camino que has elegido. Entonces bendices aquello con lo que no comulgas y sigues adelante. Sólo así podrás llegar a amar a todos tus semejantes. No tienen por qué gustarte sus actos ni la forma en que eligen comportarse, pero te abstienes de juzgar a la persona. Sencillamente llegas a la conclusión de que no forma parte de tu camino y no canalizas ninguna energía en esa dirección: ni palabras, ni acciones, ni pensamientos.Si juzgas, debes aprender también a perdonar: perdonar a los demás, perdonar las circunstancias, perdonarte a ti mismo.En cambio, cuando te limitas a observar sin emitir juicios, no hay nada que perdonar. La observación está estrechamente relacionada con el hecho de entender y asimilar una verdad universal: todo lo que existe forma parte del perfecto Orden Divino. Lo que ocurre es que nosotros, como seres humanos, hemos elegido vivir por debajo de nuestro intrínseco grado de perfección. Sin embargo, si nos esforzamos día a día y ponemos todo nuestro empeño en alcanzar ese nivel potencial, convertiremos el mundo en un lugar mucho mejor. Si elegimos seguir este camino, llegará el día en que seremos testigos del cierre de un hermoso círculo dorado.




domingo, 26 de noviembre de 2023

Entrevista realizada a Conny Méndez el 19 de julio de 1970

 Les comparto esta hermosa entrevista en este aniversario de la partida de mi tía Conny, profundamente agradecida y honrada con su legado.


Entrevista publicada en mi columna «Gente Increíble», del

suplemento la revista «Estampas del diario «El Universal»,

el domingo 19 de julio 1970.

Leopoldo Fontana, periodista.

(El Universal, uno de los principales diarios que circula en Venezuela

desde hace más de 100 años. Nota del Editor.)

 

 

Conny es mujer (madre, abuela, bisabuela); caricaturista, autora, compositora, intérprete, música y metafísica. Es la autora de Julieta Velutini de Gil Santana y de Donald Rincones, para nombrar esas sus dos creaciones; y la mamá de La Negrita Marisol, Chucho y Ceferina, María Avelina, Tierruca, Mal de Ojo y Venezuela habla cantando, para no mencionar que a seis de sus hijos.

Y también Conny es loca.

Apenas aprendió a hablar, descubrió los encantos y ventajas indiscutibles de la conversación con las matas. Cuándo, perdida en sí misma se hacía invisible al mundo de los cuerdos, al “¿dónde estabas?” impaciente de la gente grande, tenía siempre la coartada perfecta: conversando con las matas.

No quedaba otro remedio que encogerse de hombros resignadamente ante las “cosas” de Conny.

 

¿Cuales son las ventajas de ser loco?

El loco hace lo que le da la gana. Es un libertado. Basta que la gente diga: ¡si es que es loco! ¿Pero tú no sabes que es loco?

 

Pero eso debe tener muchos inconvenientes

¡Claro que los tiene!

Sobretodo al principio las “cosas” del loco son consideradas una catástrofe. “No es normal”, dicen los de la familia dando por sentado que los normales son ellos. Todo cambia sin embargo cuándo una de las “cosas” llega a merecer la aprobación general. Yo tuve que sufrir mucho hasta el día en que a don Laureano Vallenilla Lanz (¡que Dios le haya premiado el gesto!) publicó en EL Nuevo Diario una caricatura que yo le hice. Desde ese día mis “cosas” pasaron a ser geniales y yo, sin saber porqué (yo me consideraba igualita) de “loca” pasé a ser “inteligente”…

 

Ya que estamos hablando de ti ¿cuál es tu principal cualidad, Conny?

La espontaneidad

 

¿Tu mayor defecto?

La compasión. Porque tengo compasión cuando no se debe y entonces hago mal a la gente.

 

Hablando de gente ¿cuál es tu cualidad preferida en un hombre?

Sus hormonas masculinas…

 

¿Y en una mujer?

El tacto

 

Define el amor.

Atracción, cohesión, adhesión y repulsión.

 

La diferencia entre el amor y la pasión

El amor da. La pasión pide.

 

El don de la naturaleza que quisieras tener.

Cinco kilos menos.

 

¿Cómo quisieras morir?

¡Gozando!

 

¿El consejo a un habitante de otro planeta para conquistar a la humanidad?

¡Que baje lanzando puñados de Bolívares!

 

¿Cuál es la cosa más difícil del mundo?

Dejar un vicio.

 

¿El sumo lujo que uno puede darse?

Criticar y condenar.

 

¿Tu posición social ha sido una ventaja o un inconveniente?

Ambas cosas.

 

¿Qué opinión te merece la juventud de hoy?

Yo la amo. Yo la admiro por su valentía. Yo la defiendo. ¡Es maravillosa, la juventud de hoy! Yo le tengo compasión cuando ensaya las drogas como una minifalda o una camisa de flores. La diferencia es que esta es otra era. La juventud de hoy no quiere normas antiguas sino aquellas cuyos valores ella misma haya descubierto.

 

¿Cuál ha sido tu más grave error?

No lo recuerdo. Eso quiere decir que está superado.

 

¿Y tu principal acierto?

El haber consentido embarcarme, durante la última guerra mundial, en un tanquero perseguido por un submarino alemán. Entre el terror y el espanto – de doce tanqueros el único que sobrevivió fue el nuestro – conocí a una viejita que me introdujo a la metafísica.

 

¿La metafísica? ¿Qué es la metafísica?

La metafísica estudia y trata de todo lo invisible a los sentidos físicos. Todo lo espiritual es metafísico. La brujería es metafísica. El espiritismo es metafísico. La metafísica que yo estudio, practico y enseño, es la que se ocupa de las leyes que gobiernan la vida de cada individuo y que le enseña a ser feliz, a no producir imperfección, a superar los problemas y dominar las enfermedades.

 

¿Pero entonces eres bruja?

La brujería es el uso de nuestros poderes innatos, pero basado en el odio y en la venganza con el objeto de dominar a alguien. Lo mío es basado en el amor, en el bien, en la liberación.

 

¿A ti te ha pasado algo INCREÍBLE??

Curé a un niño de leucemia.

 

¿Cómo es la cosa?

Los médicos habían diagnosticado leucemia. Te voy e explicar: el niño nace sin responsabilidad alguna. Todo lo que el niño hace antes del uso de razón es un reflejo de la mente de la madre. La madre de este niño vivía obsesionada por las enfermedades, especialmente la leucemia. Yo le expliqué que su obsesión es la que tenía enfermo a su hijo. Ella lo comprendió y en su deseo de verlo curado comenzó a tranquilizarse. Cuándo los médicos volvieron a examinar al niño, lo encontraron bueno y sano. Lo importante es que yo creo que lo hice, que la madre del niño cree que yo lo hice y que el niño se curó.

 

¡Increíble!

Increíble. ¡Lo dijiste tú!

 

Dame un mensaje para ser feliz, Conny.

Aprende metafísica.

 

¿Y la música, que es la música?

La música es la voz de Dios.

 

¿Qué parte ha ocupado la música en tu vida?

Cuándo tenía cinco años descubrí el piano. Compuse una pieza que con pretensión desmedida apodé “nocturno”: fue una de mis primeras “cosas”. Luego, ya mujer, descubrí y aprendí los tonos del “cuatro”: He dado conciertos de música criolla compuesta por mi, en la BBC de Londres, en Madrid, en América del Sur y en los Estados Unidos, por estaciones de radio de Nueva York y en la Universidad de Columbia.

 

¿Y con ese nombre, “Conny”, de dónde eres tú, Conny Méndez?

Yo soy venezolana

de la pura capital

del eje de mi tierra

del Distrito Federal.

 Yo busqué lo más central

y no pudiendo en Catedral,

 nací en la esquina del Conde

¡en la propia Calle Real!

 

 

 

 

imagen


Portada de la revista Feriado de fecha 22 de mayo de 1998 conmemorando los 100 años del natalicio de Conny Méndez (11 de abril de 1898).





jueves, 23 de noviembre de 2023

Gente polinizando gente - Virginia Gawel

 



Algunas personas sienten una necesidad especial: la de dejar una huella. Ellos son los "inseminadores", que van esparciendo su semilla, polinizando gente. Esta actitud implica una conciencia esencial de que no estamos solos, de que la evolución y el bienestar de la humanidad se hacen de uno en uno, con la voluntad de cada individuo.

Hay gente que mataría o moriría por tener un poquito de fama. Y hay otro tipo gente: la inseminadora (mujeres y hombres). Sobre los que buscan tener importancia personal ya se habla demasiado. Hablemos de los inseminadores. Quizá seas uno de ellos (¡casi seguro!). Y empecemos por aquí: todos los humanos tenemos en común un conjunto de necesidades: de cobijo, de alimento, de agua, y también, de afecto, de pertenencia, de reconocimiento básico… Pero algunas personas tienen, además, necesidades de otro orden. Se llaman metanecesidades y son las que se corresponden con un plano más profundo: las que reclama el espíritu. Dentro de ellas hay una a la que responden los inseminadores: dejar una huella. De qué se trata? Veamos…

Inseminar es una palabra hermosa: significa “esparcir semillas”. La gente inseminadora anda polinizando a otra gente, porque, lo sepa o no, está vibrando en conjunto con muchísimas otras personas que, en todo el mundo, harán alguna tarea para que otros reciban claridad, alegría, conocimiento, afecto, belleza… Como decía Ralph W. Emerson, están resueltos a dejar este mundo aunque sea un poquito mejor que como lo encontraron. Eso es “dejar una huella”. En su ámbito de trabajo, en su familia, en su barrio, en su país, en el mundo… En el “dejar una huella” hay una conciencia esencial de que no estamos solos, de que la evolución y el bienestar de la humanidad se hacen de uno en uno, con la voluntad de cada individuo.

A veces, la intención de dejar una huella acarrea la admiración de los demás. Pero otras, la tarea es silenciosa, anónima. En ocasiones, el inseminador no alcanzará a ver el fruto de su intento. En otras, recibirá incomprensión, burla, rechazo. Si así te sucede… ¡cuidado! Que eso no te introvierta, porque lo que no se da se pudre. Si el intento viene del espíritu, lo que el inseminador experimenta es un sentido de responsabilidad: porque responsabilidad significa “responder” (en este caso, responder al destino del espíritu, pujando colectivamente hacia lo luminoso) .Y si por allí se cuela el deseo de fama… ser gentiles con él: es el animalito interno que, desde el ego, busca ser admirado por su manada. Pero sepamos que no es lo importante: lo importante es… dejar una huella. El poeta y cantor Atahualpa Yupanqui lo dijo así, refiriéndose al canto. Pero quizás haciendo cualquier otra tarea desde el espíritu, sin saberlo, estemos cantando, procurando que, modestamente, nuestra vida sea una pequeña o gran obra de arte…


El destino del canto

Nada resulta superior al destino del canto.

Ninguna fuerza abatirá tus sueños,

porque ellos se nutren con su propia luz,

se alimentan de su propia pasión,

renacen cada día para Ser.

Sí, la tierra señala a sus elegidos.

El alma de la tierra, como una sombra,

sigue a los seres indicados

para traducirla en la esperanza,

en la pena, en la soledad.

Si tú eres el elegido,

si has sentido el reclamo de la tierra,

si comprendes su sombra,

te espera una tremenda responsabilidad.

Puede perseguirte la adversidad,

aquejarte el mal físico,

empobrecerte el medio,

desconocerte el mundo,

pueden burlarse y negarte los otros…

pero es inútil:

nada apagará la lumbre de tu antorcha,

porque no es solo tuya:

es de la tierra, que te ha señalado.

Y te ha señalado para tu sacrificio,

no para tu vanidad.

La luz que alumbra el corazón del artista

es una lámpara milagrosa que el pueblo usa

para encontrar la belleza en el camino,

la soledad, el miedo, el amor y la muerte.

Si tú no crees en tu pueblo,

si no amas, ni esperas, ni sufres con tu pueblo,

no alcanzaras a traducirlo nunca.

Escribirás, acaso, tu drama de hombre huraño,

solo sin soledad.

Cantarás tu extravío lejos de la grey,

pero tu grito solamente tuyo,

que nadie podrá ya entender.

Sí, la tierra señala a sus elegidos.

Y al llegar el final, tendrán su premio:

nadie los nombrará, serán “lo anónimo”,

pero ninguna tumba guardará su canto.

Texto de Virginia Gawel


jueves, 20 de julio de 2023

PERSONAS VIRICAS QUE CONSUMEN TU ENERGIA - Norali Caggiano

 



Seguro que usted se ha visto alguna vez en esa situación en la que después de mantener una conversación con un amigo se ha sentido desolado, ha contemplado el mundo con más tristeza y menos entusiasmo que antes de empezar la conversación, o ha pensado: “Madre mía, a este amigo no le pasa nada bueno, siempre tiene una queja”.

Y en situaciones extremas, ha escuchado el teléfono, ha visto el nombre de la llamada entrante y ha dejado de atenderlo porque sabe que esa persona, de alguna manera, le va a complicar la vida: le va a contar un nuevo problema o seguirá hablando de su mono tema, por lo general con temática “desgracia”. La pregunta que uno se plantea siempre después de pasar un rato con las personas víricas es: “¿Y yo qué necesidad tengo de estar oyendo esto?”.

¿Quiénes son las personas víricas? Aquellas que llegan y le contagian de mal humor, de tristeza, de miedo, de envidia o cualquier otro tipo de emoción negativa que hasta ese momento no se había manifestado en su cuerpo. Es igual que un virus: llega, se expande, le hace sentir mal y cuando se aleja, poco a poco, usted recobra su estado natural y, con suerte, lo olvida.

El origen de la persona vírica puede ser variado: el mal genio, la envidia, la falta de consideración, el egoísmo, la estupidez o la falta de tacto. Lo importante es verse con recursos suficientes para protegerse del contagio. El mundo está lleno de personas víricas de diferentes tipologías, unas menos dañinas y otras malévolas que dejan memoria y cicatriz.

Víricos pasivos. En esta categoría incluyo a las víctimas, los que echan la culpa de todo su mal a los que tienen alrededor, nunca son responsables de lo malo que les ocurre porque son los demás o las circunstancias los que provocan su malestar. Si les escucha y a usted le va bien, llegará a sentirse mala persona por disfrutar de lo que las víctimas no tienen. Y no porque no tengan posibilidad de hacerlo, sino porque han aprendido a obtener la atención a través de la queja y eso es cómodo. Se sienten maltratados por la vida y abandonados de la suerte. Por supuesto, le hacen sentir mal a quien no le presta la atención de la que se creen merecedores. Con estas personas sufrirá el contagio del virus tristeza, frustración y apatía.

“Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien” (Víctor Hugo)

Víricos caraduras. Son los que siempre le pedirán favores, pero a la vez no son capaces de estar atentos a sus necesidades. No mantienen relaciones bidireccionales en las que entreguen tanto como reciben. Tiran de otros sin preguntarles si están bien, si necesitan ayuda, si les viene bien prestársela en ese momento. Son egoístas y egocéntricos, y en el momento en el que se deja de satisfacer sus necesidades comienza la crítica y el chantaje emocional. Con estas personas sufrirá el contagio del virus “siento que abusan de mí”, aprovechamiento y resignación.

Víricos criticones. Viven de vivir la vida de otros porque no les vale con la suya. Su vida es demasiado gris, aburrida o frustrante como para hablar de ella, así que destrozan todo lo que les rodea. No espere palabras de reconocimiento hacia los demás ni que hablen de forma positiva de nadie, porque el que a los demás les vaya bien, les potencia su frustración como personas. No saben competir si no es destruyendo al otro. Arrasan como Atila. Con estas personas sufrirá el contagio del virus desesperanza, vergüenza, incluso culpa si participa en la crítica. Y la culpa luego arrastra al virus del remordimiento.

Víricos con mala idea. Manténgalos bien lejos. Están resentidos con la vida, ya sea porque no han sido capaces de gestionar la suya o porque la suerte no les ha acompañado. Anticipan que las personas son interesadas y no esperan nada bueno de ellas. Todo lo interpretan de forma negativa, a todo el mundo le ven una mala intención. Viven en un constante ataque de ira, como si el mundo les debiera algo. No soportan que otros tengan éxito, esfuerzo y fuerza de voluntad, porque estas actitudes de superación les ningunean todavía más. Con estas personas sufrirá el contagio del virus indefensión, inseguridad, impotencia y ansiedad.

Víricos psicópatas. Para los que no lo sepan, no hace falta ser asesino en serie para ser un psicópata. El psicópata es aquel que inflige dolor a los demás sin sentir la menor culpabilidad, remordimiento y sin pasarlo mal. De estos hay muchos de guante blanco. Son los que humillan, faltan al respeto a propósito, pegan, amenazan y provocan que se sienta ridículo, menospreciado, y se cargan la autoestima. Ante ellos, salga corriendo, porque el que lo hace una vez, repite. Si le permite que le maltrate, usted terminará pensando que ese es el trato que merece. Con estas personas sufrirá el contagio del virus miedo y odio. Muy difícil de erradicar, perdura durante mucho tiempo en su memoria.

Mecanismos de defensa. Para evitar el contagio de los víricos victimistas, lo primero que hay que hacer es pararles. Decirles que estará para ayudarles a tomar decisiones y solucionar problemas, pero no para ser el pañuelo en el que ahogan sus penas sin implicarse. Estas personas se acostumbran a llamar la atención con sus desgracias, pero son incapaces de responsabilizarse y actuar porque optan por el camino fácil: llorar.
Dígale que estará encantado de ayudarle siempre y cuando se movilice. Y si no lo hace, decida alejarse de alguien que ha tomado la decisión de ser un parásito toda la vida. No lo está abandonando, le está dando aliento para que actúe. Si decide no tomar las riendas de su vida, ser su paño de lágrimas, tampoco será una ayuda. Se gasta la misma energía quejándose que buscando soluciones. La primera opción consume y resta, y la segunda suma.

“La tristeza del alma puede matarte mucho más rápido que una bacteria” (John. E. Steinbeck)

Ante el virus de pedir, el antivirus de decir no. Si usted no hace prevalecer sus necesidades y prioridades, ellos tampoco lo harán. Una cosa es ser solidario y otra muy distinta estar a disposición de todos y no estar nunca para uno mismo.

No permita que la persona vírica criticona haga juicios de otras personas que no estén presentes. Si lo hace con otros, también lo hará cuando usted no esté presente. No entre en su juego ni se identifique con esa conducta. Dígale que no le gusta hablar de personas que no están presentes. Y si se trata de rumores, dígale que no tiene la certeza de que el rumor sea cierto. Los rumores, la mayoría de las veces, son infundados, falsos o exagerados. Se propagan como el viento, y a pesar de que luego se compruebe que son falsos, el daño ya está hecho. Actúe como le gustaría que lo hicieran, con respeto, discreción y veracidad. Es más importante ser ético que evitar un conflicto con un criticón.

Y por último, no permita que nadie le falte al respeto y mucho menos le maltrate ni psicológica ni físicamente. Como personas, todos merecemos un trato digno. Hágase valer. Pida ayuda, póngase en su sitio, no consienta una segunda oportunidad a quien le ha hecho daño. El que le daña no le quiere; olvídese de justificarle por su pasado, su carácter, su educación, el alcohol o sus problemas. Nada, absolutamente nada, autoriza la falta de respeto y el maltrato físico y psicológico. Y esto es válido en el ámbito familiar, laboral y entre los amigos.

Rodéese de personas de bien, que le quieran y que se lo demuestren, que le hagan feliz, con las que salga con las pilas recargadas. Tenemos la obligación de ser felices y disfrutar. Hay mucha gente dispuesta a ello. No las deje escapar. Las personas estamos para ayudarnos, somos un equipo.


Norali Caggiano

martes, 30 de mayo de 2023

A corazón Abierto - por Tahíta

 

Ilustración original de Lizzy D (Elizabeth Hill)


"Sigue rompiendo tu corazón hasta que se abra." - Rumi

Siempre se nos dice que hay que ser lo suficientemente valientes como para abrir el corazón
La palabra "abrir" evoca en mí espacios expansivos, amplios horizontes.
Lo que a menudo olvidamos es que, de manera hermosa, el mundo funciona por contrastes. Todo es cíclico, al igual que las mareas y las fases de la luna, entramos y salimos de la expansión y la contracción.
Así también, el corazón.
La apertura a menudo es provocada por una explosión, una repentina explosión de calor, una presencia o una situación que nos desarma…o sea, nos deja vulnerables y aparentemente inermes.
Tememos la oscuridad. Nos olvidamos del contraste. Rogamos por la luz. Aunque sabemos que todas las cosas son temporales.
En eso, el corazón es un gran maestro. Nos lleva a profundidades que no teníamos idea que existían hasta ahora dentro de nosotros, esas partes que pretendemos ignorar, y nos las agita en la cara.
El corazón tiene su propia inteligencia. Es un líder integrando los otros sistemas del cuerpo y la energía, irradiando hacia afuera, magnetizando todo.
Es importante recordar que nos estamos impactando todo el tiempo, en oleadas, en palabras e interacciones, en abrazos y maltratos no visuales, sino energéticos.
La elección sigue siendo anteponer el corazón sobre al ego.
Aunque el amor es el combustible de gran parte de nuestra experiencia, conducidos por el ego entramos en acción y llevamos la planificación a su punto más alto en búsqueda de esta vibración por la cual no es necesario trabajar duro intelectualmente.
Simplemente debemos rendirnos.
Pero nos encanta el desafío: desafiarnos a nosotros mismos, nuestras creencias, nuestros cuerpos. Lo que también puede significar que amamos la lucha y aún la elegimos, que amamos encarnar al guerrero.
Pero a menudo, ser un guerrero significa bajar los brazos y rendirse.
En el mejor sentido, para despertar abiertamente el corazón, para vigorizar todo nuestro potencial, debemos permitir que su intensidad y calor quemen todas las otras cosas que se interponen en el camino, como el deseo de luchar. No hay otra opción que rendirnos a su fuego.
Esto significa experimentar gran alegría y gran tristeza. Dando la bienvenida a la intensidad de todo lo que llega, sabemos que nos puede arrollar y trastornar repentinamente. Y aunque prendamos a encontrar quietud en esto, en nuestras meditaciones, con nuestra respiración, aun así, la experiencia de una mayor conciencia y sensación estará allí agudizada.
Siempre estará allí, como un recordatorio de que tenemos cuerpos, pero no somos solo cuerpos. De que estamos vibrantemente conectados, y nos complementamos interactuando más que físicamente. Somos campos de fuerza ambulantes, pequeños rayos de todo lo imaginable, reducidos y empaquetados en hermosos vasos que se fusionan.
Si elegimos el camino menos transitado, aquel en el que decimos "sí" para que el corazón y la interacción se abran de par en par, sabemos que, en efecto, elegimos ser desafiados. Estamos asintiendo con la cabeza para ser lastimados y sorprendidos, así como abrazados y contenidos. Aun podemos aplaudir ante la oportunidad de enfrentar todo y levantarnos.
La rendición es la clave.



Despertar el corazón tiene muy poco que ver con discernir acerca de hacia dónde dirigimos nuestra energía amorosa. Tiene mucho que ver con tener discernimiento acerca de permanecer abiertos, incluso cuando sentimos que hemos sido heridos, quebrantados. Hay una lección allí, en ese quebrantamiento.
Cada experiencia que tenemos es simultánea con la de otros, o la experimentamos por todos los que nos rodean. Es imposible sentirse solo en esto, en la apertura del ser, dejando que el corazón dirija el camino, permitiendo que sea la luz que guía y el conjurador de nuestras idas y venidas diarias, logros y fallas.
Cuando elegimos despertar nuestro corazón abierto, permitiéndole latir en primera línea, estamos de acuerdo con una vida expansiva. Estamos de acuerdo en pasar por alto lo que a menudo se nos dice que es aceptable. ..para explorarlo internamente sin creencias preconcebidas
Estamos eligiendo conscientemente desviarnos de lo mundano, lo restringido, lo oprimido y lo autocensurado.
Ser verdaderamente de corazón abierto es latir con el pulso de lo divino, en la luz y la oscuridad, en la alegría y en el dolor, en la aceptación y la agitación, rindiéndonos a lo que llegue.
La vida conscientemente vivida…no deja piedra sin remover, y el camino consciente comienza con el compromiso de expandir nuestra percepción cada día.
Eso es vivir a Corazón abierto, pase lo que pase.
Desde el corazón les abrazo.
Tahíta