martes, 29 de noviembre de 2016

RESÚMEN DE ALQUIMIA INTERIOR



En todo el proceso de cambio de vida que desde hace algunos años me llevó a realizar la labor de la Terapia Floral y de las Terapias Integradas,  me encontré con dos instrumentos muy útiles que han sido claves en mi camino de búsqueda y conocimiento: La Alquimia Interior de Zulma Reyo, y mi eterno libro de cabecera: La Vida Impersonal de Joseph Benner.

Quiero compartir  estas reflexiones, producto de estos dos valiosos instrumentos.

Para mí, cada vez se está haciendo más claro que Todo aquello a lo que le doy Poder es lo que logra afectar mi vida y desajustar mis emociones, allí es cuando genero las co-creaciones que a la vez me traen felicidad y paz o decepción y sufrimiento. Hay una práctica constante de auto observación que me permite mantenerme centrada, conectada interiormente, consciente y en paz... en continuo ascenso. Fiel a la más pura Verdad. ¿Qué otra cosa puede valer la pena compartir entonces...? Lo único que te puedo asegurar es que la sensación de discordancia cuando bajo la guardia es prácticamente insoportable. Los beneficios de estas prácticas los estoy vivenciando en mi vida cotidiana y en los cambios tan grandes que estoy experimentando en TODOS mis cuerpos. La pregunta sería si los demás,yo misma en la ilusión de lo externo, también quieren cambiar. Por eso estoy compartiendo este resumen reflexivo de este “repaso”, por llamarlo de alguna manera... 

He comprobado la fuerza de la energía que se mueve cuando tomamos la decisión de cambiar o le abrimos el camino a los cambios que ya se están generando a todo nivel; es entonces que nos encontramos con otras personas que también están experimentando lo que nos está sucediendo, como para confirmarnos que no sea solamente el punto de vista de nuestro aspecto mental o emocional de personalidad, sino que nuestra percepción de la realidad se sume a la percepción de la realidad de todas nuestras partes y podamos ver lo que no habíamos visto antes, esto nos hace humildes y aún más agradecidos.

Es a través de nuestros propios altibajos que nos vamos reintegrando. Somos energía luminosa evolucionando en un cuerpo encarnado, pero somos Luz.
Los altibajos funcionan como extremos de voltaje. Cuando nos damos cuenta comenzamos con el trabajo interno que nos permite conectar el regulador. Este regulador nos permite conservar el centro en todas las situaciones y comenzamos a ser espectadores vivenciales de nuestras propias experiencias.
En el marco referencial de estas experiencias regresamos una y otra vez a las mismas preguntas ¿Quién Soy Yo? ¿Qué Soy Yo?...
Mi mente, mis pensamientos, mis emociones... ¿De donde provienen? ¿para qué...? ¿Hacia donde van?... ¿Cuál es el sentido de mi vida? ¿Qué es lo que realmente estoy buscando?... ¿Seré extraña y diferente a todo el mundo? ¿Los demás sentirán y se preguntarán o buscarán lo mismo que yo?...
Los cambios exteriores están allí. A veces a un ritmo muy acelerado. A veces parece que afuera no sucede nada extraordinario. Pero, lo realmente importante es lo que acontece internamente: “Tenemos que manejar nuestro ser interior y nuestro mundo”: todo a un mismo tiempo!. Aprender a movernos dentro de la maraña y el laberinto de los sucesos y las vivencias exteriores e interiores. Y todo ello con mayor conciencia cada día y a cada instante.

“La consciencia es un mecanismo de percepción”. Y nos movemos a través de ella en diferentes niveles, con diferentes grados de comprensión, con diversas formas de comportamiento para cada ocasión, para cada relación interna y externa, para cada dimensión... y con muchas combinaciones entre cada nivel, entre cada forma, entre cada dimensión, entre cada relación. Estamos desenmarañando, constantemente, toda esa red y ubicando cada cosa en su lugar.
Y la clave es: “PENSAR ES CREAR”!!!

“Lo que PIENSAS en tu CORAZÓN es lo que para ti se realiza” (La Vida Impersonal).
Esta también es la primera Ley Universal: “Los pensamientos son cosas, lo que tú piensas se manifiesta”, la Potencialidad Pura, la Ley de Mentalismo.

Pero no basta pensar, es el pensamiento acompañado de sentimiento, de emoción, de corazón, el que convierte las “cosas” en realidades manifestadas. El poder del sentimiento es el más difícil de manejar y de asimilar. El poder y la respuesta que generamos emocionalmente es tan grande que por eso es que éste es el que impulsa TODAS nuestras creaciones.

“El poder de la palabra hablada crea el campo de resonancia para la manifestación y la materialización” (Zulma Reyo).

Y estos son los tres poderes co-creadores o de manifestación: 

Pensamiento, 
Emoción
 y Verbo (la palabra hablada).



Estos poderes provienen de la Divinidad, de nuestro Ser, de la Pureza. En las tendencias de nuestra personalidad están el abuso de poder y la deformación de la Pureza Divina, esto nos ha llevado a equivocarnos y de ese modo hemos utilizado estos poderes para crear carencias, limitaciones, enfermedades, guerras, discordias... En lugar de Amor, que es la creación de propósito de esa pureza, vamos impulsando odio, dudas, temores, incertidumbres, lujuria, dependencias, apegos... Incluimos en nuestro vocabulario todo tipo de expresiones sin medir las consecuencias, y de ese modo autorizamos las co-creaciones y manifestaciones provenientes de conceptos y paradigmas negativos.

Es muy importante que NOS DEMOS CUENTA de que MODIFICAMOS NUESTRO MUNDO de acuerdo a nuestro estado de conciencia. Cuando lo entendemos y lo aprehendemos e integramos, practicándolo constantemente, manifestamos conscientemente liberación, amor, armonía, paz, alegría, salud, fluidez, pureza, paz... SIN INTERMEDIARIOS, pues la voz del real discernimiento es nuestra propia voz interior que no es más que la chispa de la divinidad que Todos llevamos dentro: el Ser.

El inicio es siempre con nosotros mismos y luego le mostramos el camino a otros, con nuestro ejemplo: “Por sus obras los conoceréis”.
Al tomar la decisión de cambiar, nuestra energía se vuelve diferente... al principio todo puede parecer caótico pues nuestras co-creaciones y manifestaciones negativas reaparecen para que las liberemos y transmutemos. Gradualmente nos vamos convirtiendo en una bendición constante para la Vida alrededor nuestro, pues vivimos esa Bendición dentro de nosotros.

El primer paso es la Soledad plena de autodescubrimiento, en donde aprendemos a escuchar nuestra verdadera Voz Interior, la Voz de nuestro Ser, la Voz de la Divinidad en nosotros. Es en soledad que nos observamos verdaderamente. Nadie puede hacerlo por nosotros. Cuando accedemos a todo nuestro potencial interno, podemos librarnos de toda reprogramación, ya no somos susceptibles a manipulaciones, ni a más juegos sutiles de poder, ni a más compromisos de dependencias. 

“Ya no existirán personas o conceptos que logren confundirnos o engañarnos puesto que en nuestra propia integridad detectaremos fácilmente las trampas y fallas que sean inferiores a esa santidad y al espíritu que anhela” (Zulma Reyo).

Es tan importante discernir, pues muchas personas nos hablan con palabras que nos suenan maravillosas y resulta que no viven lo que dicen: Feliz es aquél que manifiesta coherencia con lo que siente, piensa, dice y hace.

El circuito emocional es un campo vibratorio que circunda y penetra el cuerpo físico extendiéndose más allá de las frecuencias mentales comunes”. (Zulma Reyo). 

Cuando las emociones no están controladas, se comportan agitadamente en movimientos de remolinos alrededor del aura y así causan irritación a los cuerpos físico y mental; generan frustración o excitación, pasión o desesperación. La labor más ardua y hermosa es aprender a canalizar la energía exhorbitante que nace en nuestras emociones a través del corazón, pues es precisamente en el corazón (4º generador o chakra) que esa energía se transmuta y se rehabilita, y se regenera, transformándose en profunda gratitud, buena voluntad, amor impersonal e incondicional, bendiciones en general, caudal de sanación y de paz. Cuando nos trabajamos emocionalmente podemos detectar a todo lo que le otorgamos poder y que generalmente viene del exterior. Este poder externo es el que nos dispersa y nos manipula. Esta es la inmensa bendición de la Terapia Floral y de otras terapias, pues nos ayudan a iniciar el camino de equilibrio de nuestro circuito emocional y a permanecer alertas para detectar aquello que lo desestabiliza, siempre actuando por ley de polaridad, sembrando lo positivo.

El modo en que vibra nuestro corazón hará vibrar nuestra mente y así co-creamos las vivencias y experiencias que atraemos a nuestras vidas (Ley de Causa y Efecto, Ley de Vibración). A nuestra vida llega la misma calidad de vibración que emana de nosotros. 

“Así como atraemos la Luz, atraemos la No-Luz... Somos los que abrimos, los que escogemos y los que ejecutamos. Desde el principio el Ser interior no debe admitir mentiras ni secretos.” (Zulma Reyo).

 Cuando elegimos vibrar alto, las co-creaciones de baja vibración se agitan pidiendo liberación. Es muy importante mantener la alta vibración y comprender el proceso, pues así nos deslastramos más rápido y llegamos, realmente al estado de Paz que la Luz brinda.

Para la evolución espiritual es muy importante comprender la naturaleza de la oscuridad. Existen dos tipos de oscuridad. Una que contiene la luz y que es un fenómeno de la naturaleza cósmica; y aquélla que la rechaza, creada por el hombre, antagónica con la luz pues no crea polaridad con ella. 
La oscuridad no es necesaria para el espíritu, solo lo es para la creación de la materia. 
Productos de la oscuridad creada por el hombre son la rabia, el temor, la enfermedad, la manipulación, las dudas, la inseguridad, la vejez... y estos mutantes deformes se han convertido en paradigmas que, por Ley de Causa y Efecto, generan más karma. 
Reafirmamos la Luz y la acrecentamos a través de la Gratitud y del reconocimiento de la sociedad Divina en nuestras co-creaciones, así vamos disipando la oscuridad y esclareciendo cada vez más quienes somos y por que y para qué estamos aquí.

La respiración es la llave a la santidad y a la maestría. Cuando respiramos conscientemente nuestras emociones se canalizan positivamente, nuestra mente se aclara y es muy difícil DECIR algo inapropiado. Respirar nos conecta directamente con nuestro corazón (el 4º generador o chakra, su elemento es el aire). Dependiendo del tipo de respiración que se utilice activamos los elementos agua, tierra, fuego y aire y de ellos sacamos los “poderes” que se requiera aplicar en una situación o vivencia determinadas, ampliando, modificando, transmutando y sanando. La respiración también nos permite encontrar el equilibrio necesario para el camino de nuestra evolución espiritual.

En cuanto nuestra mente se sosiega, en cuanto nuestro mundo emocional se equilibra y nuestras palabras, cada una de ellas, es expresada con el máximo sentido de bien, conciencia, gratitud y bendición, las verdades internas se hacen irrefutables y nuestra vida cambia de verdad: Vivimos dentro de Dios! Incapaces de ser contaminados, en totalidad, en esencia, en integridad... vivenciando el proceso que lleva al origen verdadero de todos los procesos: el regreso a mi misma! . El retorno a Dios!.

Conny Méndez Estévez   

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tus comentarios